Abróchense el cinturón, adictos a la música, porque Black River Boogie de Big Soul es un cóctel molotov sónico que estalla con funk crudo, desparpajo blusero y un pulso rock ‘n’ roll capaz de despertar a un paciente en coma.
En un paisaje onírico de tonos púrpura donde el tiempo se curva y los solos de guitarra flotan como el incienso, Riffs and Beats se reunió con Prince, esquivo, brillante y sin ataduras, para mantener una conversación que desafía la gravedad y el género.