Coldplay podría ser una de las bandas más sobreexpuestas del siglo XXI, pero si rascas un poco la superficie, encontrarás algunos capítulos sorprendentemente extraños en su historia pulida.
1El nombre ‘Coldplay’ proviene de un libro deprimente de poesía En sus días de estudiantes, Chris Martin y compañía tenían dificultades para encontrar un buen nombre. Un amigo, Tim Crompton, les propuso uno que había descartado por ser demasiado sombrío: Coldplay, el título de una colección melancólica de poesía de Philip Horky. Se quedó. La atmósfera fría y abstracta simplemente funcionó. Nada mal para un nombre rechazado que incluso los estudiantes de arte consideraban demasiado lúgubre.
2David Bowie les rechazó, sin rodeos
Coldplay una vez se acercó a David Bowie para colaborar en una canción. Siempre cortés, Chris Martin envió una demo. La respuesta de Bowie fue breve y directa: «No es una canción muy buena, ¿verdad?» La banda lo aceptó con gracia y humor. De alguna manera, ser rechazado por Bowie es como ser nombrado caballero por el espíritu del cool británico. Ya formas parte de la historia.
3Su primer concierto fue un desastre, y casi el último
En enero de 1998, Coldplay tocó su primer concierto real en The Laurel Tree, en Camden. ¿El público? Cuatro personas. Chris Martin tenía intoxicación alimentaria, la guitarra se desafinaba constantemente, y el ambiente oscilaba entre un silencio incómodo y una ligera confusión. Chris pensó en rendirse. Un amigo le dijo, haz un concierto más y si sigue siendo malo, para. Hizo uno más. Nunca paró.
4Una vez grabaron una canción solo para el espacio exterior
En 2013, Coldplay compuso un instrumental inédito llamado Atlas Skies. Fue creado para un único oyente, un astronauta a bordo de la Estación Espacial Internacional. La canción nunca se ha lanzado, nunca se ha interpretado y nunca la ha escuchado el público en general. Es la única canción de Coldplay que orbita la Tierra en este momento. Probablemente también la única que Pitchfork no ha reseñado.
5Chris Martin impone una prohibición de carne entre bastidores
Chris Martin lleva un estilo de vida limpio y espera lo mismo detrás del escenario. En la gira, toda la comida es vegetariana por defecto. Se ha pedido al equipo que no coma carne delante de él. Corre el rumor de que un miembro del personal fue expulsado por comer un sándwich de jamón cerca del camerino. Quizás sea cierto, quizás un mito, pero en el universo de Coldplay, hasta los snacks siguen la misma onda.