Directo al estómago
Lanzada en 1983, Middle of the Road comienza como un coche que arranca para un viaje al amanecer. Como una hoja afilada por el cansancio y la determinación, la voz de Chrissie Hynde atraviesa la canción. Con una velocidad que mantiene todo el mecanismo en marcha, la armónica corta la mezcla, la guitarra muerde, la batería martillea hacia adelante. La atmósfera es polvorienta, las manos están sudadas, y uno siente que las ruedas giran tanto en sentido literal como figurado. La canción despeja el camino y lo mantiene abierto durante tres minutos seguidos.
The Pretenders acababan de salir de un periodo difícil. Tras haber perdido a dos miembros por sobredosis, la banda se estaba reconstruyendo lentamente. Sin embargo, esta canción se siente más como una carrera sobre los escombros que como una elegía triste. Los arreglos en Learning to Crawl, el álbum del que proviene este tema, parecían más ajustados y con mayor madurez. Chrissie, embarazada durante la grabación, tocó la guitarra con una intensidad que no dejaba lugar a dudas. Porque quedarse quieta no era una opción, la canción suena a alguien que lucha por seguir en movimiento.
Middle of the Road no ofrece trucos. La canción funciona por impulso. Cada nota, desde el ritmo marcado de la batería hasta la guitarra rítmica punzante y la armónica que corta como una sirena, está pensada para activar el cuerpo y mantener los nervios tensos. La forma en que los instrumentos se conectan entre sí tiene una precisión rota. Se oye a una banda con algo que demostrar, pero sin intención de explicarse. Cada nota va directa hacia adelante, nunca hacia los lados.
En Middle of the Road, Chrissie Hynde toma una estructura básica de R&B y, con nuevas letras, entrega un tema rock descarado y directo, centrado en salir ahí fuera y enfrentarse al mundo sin rodeos.
(Charles M. Young, Musician, 1983)
Esta canción surgió en plena era Reagan, cuando MTV estaba cambiando el paisaje sonoro y la producción elaborada se volvía norma. Middle of the Road rechazó el pulido. Suena hambrienta, real, viva. Capturó algo que muchos sentían pero pocos expresaban: frustración, impulso, supervivencia. A volumen alto, ahoga la incertidumbre. En directo, se convertía en una declaración. Hynde dijo una vez que aprendió todo lo que necesitaba ver al ver a Iggy Pop actuar descalzo y sin miedo. Cada segundo de esta canción destila esa actitud.
Middle of the Road nunca se apaga. Permanece en la sangre. La aspereza de la voz, la inquietud del ritmo, la sensación de que algo tiene que hacerse ya y que esta canción puede ayudar a lograrlo, siguen intactas. The Pretenders apuntaron directo al estómago; no buscaban crear un legado con esto. Por eso la canción perdura. Solo una descarga de energía pura grabada en vinilo, sin adornos ni trucos.