Como un viento que atraviesa una ventana rota, la flauta revolotea; justo debajo, el motor arranca, constante, polvoriento, hirviente.
Empieza con un zumbido sintético que imita el ruido de
Dayglow congela un estado de ánimo fugaz en un ritmo
El bajo ruge grave, constante, agresivo. Con ese tono redondo