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A Night Like This – The Cure

Belleza trazada en acordes menores

Algunas canciones se desarrollan como escenas olvidadas de películas, y A Night Like This se despliega en tonos azul oscuro. Lanzada en The Head on the Door en 1985, llegó en un momento en que The Cure exploraba su amplitud emocional y sus aspiraciones sonoras. Habiéndose convertido en uno de los compositores más discretamente sofisticados de Gran Bretaña, Robert Smith combinaba vulnerabilidad y atmósfera con una precisión lírica afilada por el aislamiento. Ubicada lejos en el álbum, esta canción palpita con elegancia y tristeza, capturando algo entre la obsesión y la ausencia.

El arreglo tiene un carácter cinematográfico. Las guitarras cargadas de reverb resuenan con intención; no brillan. Apoyando la voz de Smith, que suena más cercana de lo habitual, menos oculta tras efectos, más como un susurro entre almohadas, la línea de bajo de Simon Gallup camina sobre una cuerda tensa entre amenaza y melancolía. El solo inesperado de saxo, interpretado por Ron Howe de Fools Dance, eleva la canción. Llega como un cigarrillo encendido en silencio, aportando calidez a una pieza que, por lo demás, habita en sombras frías.

Smith escribió A Night Like This mientras enfrentaba la creciente complejidad de The Cure. El grupo encontró una nueva precisión con el regreso de Porl Thompson a la guitarra y la incorporación de Boris Williams a la batería. El álbum fue creado en el sur de Francia, donde la luz del sol se filtraba en los bordes de su oscuridad. Esta canción canaliza esa mezcla: introspectiva pero estructurada, emocionalmente frágil pero musicalmente firme. No se descompone. Gira. Permanece en su propia atmósfera.

The Cure ofreció pop perfecto cargado de ceño fruncido y arrepentimiento romántico con A Night Like This.

(Mojo Magazine, 2025)

Su delicada tensión dramática es lo que da a la canción su valor duradero. No asciende hacia un clímax ni depende del dramatismo. Más bien, flota. Desde las letras contenidas hasta los estribillos que se elevan, cada componente está colocado con intención. Incluso cuando las emociones son intensas, la música contiene la respiración. Esa contención es su fuerza. No capta el estallido, sino el momento justo antes y después, cuando te das cuenta de que algo ha cambiado pero aún no puedes nombrarlo.

One Evening Like Often, pronunciada en vivo con una ferocidad que contradecía su naturaleza grabada y delicada, se convirtió en una pieza habitual de los conciertos de la banda. Captura un instante Cure que une su austeridad inicial con la riqueza sonora posterior. La canción no exige atención. Su tranquila seguridad, como si narrara una historia ya conocida hasta su desenlace, te atrae suavemente. Y a veces, eso es exactamente lo que necesitas escuchar.

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