La noche en que Kiss salió a bailar
Cuando I Was Made For Lovin’ salió al aire en 1979, no solo hacía girar cabezas, sino que las rompía. Kiss, la encarnación escandalosa del hard rock con fuego en la boca, escupiendo sangre y botas de plataforma, quedó inesperadamente atrapado en un ritmo disco. Para ciertos seguidores, fue una traición. Para otros, una revelación. Lo que está claro en este momento es que no fue una rendición comercial. Fue un movimiento estratégico, uno de los golpes más astutos y elegantes en la historia del rock.
El instinto de supervivencia dio origen a la canción. El disco dominaba las listas, y Kiss, a pesar de su éxito en estadios, empezaba a sentir la presión. Paul Stanley trabajó con el productor pop Desmond Child y el baterista Vini Poncia para crear algo pensado para la pista de baile, pero que también llevara la firma de Kiss: audaz, valiente, a prueba de balas. El resultado fue una mezcla de ritmo y fuerza con un estribillo tan pegajoso que prácticamente brilla en la oscuridad.
Gene Simmons no estaba convencido al principio. Se quejaba del ritmo, la velocidad, el estilo. Sin embargo, su bajo y su voz áspera le daban a la letra ese contraste yin-yang con el falsete de Stanley en el gancho. Mientras tanto, Ace Frehley coló un solo de guitarra ardiente en el puente, recordando a todos que seguían siendo una banda fundada en la distorsión y la actitud. Aunque había rudeza bajo el brillo, la producción de la pista se inclinaba hacia la sofisticación del disco.
Kiss ofrece una canción pegadiza que es más melódica que sus trabajos anteriores, incorporando cierta influencia disco y guitarras potentes.
(Billboard, 1979)
La apuesta dio resultado. Alcanzando el platino en Estados Unidos y encabezando las listas europeas, I Was Made For Loving You se convirtió en una de las canciones más conocidas de la banda. Llevó a Kiss a los clubes, a nuevos formatos de radio y a un público más amplio que quizás nunca antes había estado cerca de una actuación de rock. Más que eso, demostró que Kiss tenía muchas variaciones de vestuario; el género no era una jaula. No renunciaron al rock. Lo hicieron más amplio.
Mirando atrás, la canción ahora se siente más como una declaración de versatilidad que como un desvío. Reveló que Kiss comprendía la melodía, el drama y el momento cultural detrás de la teatralidad y el maquillaje. Made For Lovin’ You es un enigma cubierto de brillo: a la vez dramático y autoritario, premeditado y explosivo. Y como siempre con Kiss, la verdadera fuerza vino de la audacia de llevar a cabo precisamente lo que otros decían que no podían.
