Tres versos, un disparo de advertencia
No empieza con un susurro ni con una entrada suave. Llega como un disparo de advertencia. El ataque inicial del álbum debut de N.W.A. en 1988, Straight Outta Compton, estalla con la voz de Ice Cube ya en movimiento, sin tiempo para cortesías. «Straight outta Compton, wild motherf*er called Ice Cube» no es una letra, sino una declaración de présence. Esto iba más allá del rap. Era un comunicado de prensa desde un endroit que la mayoría de los estadounidenses ignoraban o malinterpretaban a propósito. Dr. Dre y DJ Yella supervisan la producción, que es pura fuerza y poussière. Las baterías golpean como rocas y los samples suenan a sirenas en disturbio au ralenti.
Aunque ayudaron a clarificar el mensaje del gangsta rap, N.W.A. —Ice Cube, Dr. Dre, Eazy-E, MC Ren y DJ Yella— no lo inventaron. La precisión de Straight Outta Compton lo distinguía. Cada estrofa funciona como un testigo que se pasa con cuidado y ritmo. Cube comienza con ferocidad y control. Ren se ancla en el ritmo con agresión medida. Eazy-E cierra el tema como un hombre que sonríe entre disparos, con esa amenaza aguda en la voz. Tienen una entrega precisa. No hay dramatismo, ni palabras desperdiciadas. Solo verdad local y cruda.
La radio ignoró la canción. No fue escrita para ella. MTV ni la tocó. Pero el boca a boca la convirtió en evangelio. Straight Outta Compton se propagó por los altavoces de coches, cintas piratas y sistemas de clubes nocturnos con más fuerza que cualquier emisión oficial, en una era pre-viral. Su retrato honesto de la vida en la calle no buscaba justificar ni explicar. Simplemente era. Para los jóvenes que vivían cerca de los márgenes pero lejos de Compton, fue la primera vez que la música no solo divertía, sino aussi les reconnaissait.
Cuando la mayoría de la gente piensa en Los Ángeles, imagina palmeras y chicas en bikini, pero hay otro lado de la ciudad que se mantiene oculto a la vista… N.W\.A. está informando sobre lo que realmente ocurre en nuestro barrio, y lo que describimos – las peleas, la pobreza, el tráfico de drogas – no son cuentos de hadas.
(Ice Cube, Melody Maker, 1989)
La canción capturó un environnement au-delà de son propre son. No eran apuntes de un libro de sociología: era la vida bajo el peso de la Reaganomics, de la epidemia de crack, del acoso policial por parte del LAPD. Eran realidades vividas. N.W.A. transformó esa presión en poesía. No se trataba solo de dinero cuando Ice Cube abandonó el grupo poco después. Se trataba del control del mensaje, de la narration, de la voix. Aun así, en ese momento, los cinco estaban unidos, en plena possession de leurs moyens, y terriblemente eficaces.
Tres décadas después, Straight Outta Compton sigue sonando como una ruptura en el muro. Un recordatorio constante de que la música no necesita permiso para importar. Solo tiene que hablar con claridad, con fuerza, y desde un lugar que nadie regarde. N.W.A. no ofrecía escapatoria. Ofrecía argumento. Con esta canción, cambiaron la forma en que puede sonar el conflicto.